jueves, 31 de julio de 2014

¿QUÉ ES LA ALERGIA AL CLORO?

El cloro, es una sustancia muy irritante que se utiliza para desinfectar el agua, dado su poder oxidante y su capacidad para eliminar los microorganismos que viven en ella. Es por esta razón que está presente en el agua que consumimos directamente del grifo y en el de las piscinas. Y también en mucho detergentes.
Es frecuente que en las piscinas muchas personas puedan sufrir irritación de los ojos cuando se bañan. “Han echado demasiado cloro”, suelen decir. Lo cierto es que el cloro también ejerce un efecto oxidante en la piel, el pelo y las mucosas; y en dosis excesivas son muchas las personas que muestran una reacción de sensibilidad como la ya señalada o incluso picores y sequedad de piel. Sin embargo, esto no tiene por qué ser necesariamente una reacción alérgica al cloro. Aun así, hay que decir que una exposición continuada a un exceso de este elemento desinfectante puede generar finalmente una alergia.
Las personas que son alérgicas al cloro lo son también a las pequeñas concentraciones que se encuentran en el agua del grifo y su organismo reacciona tanto si la beben, como si se duchan o utilizan ropas que se han lavado con esta agua o con detergentes que contengan cloro, e incluso si inhalan los vapores que genera este elemento. Los síntomas son inequívocos:
  
-Mareos, náuseas e incluso vómitos.
-Desorientación.
-Malestar general.
-Dolor de cabeza.
-Tos y estornudos.
-Problemas respiratorios similares al que produce una crisis asmática.
-Aparición de eccemas.
-Picor de piel.
-Irritación de ojos, con picor, enrojecimiento excesivo e inflamación.
-Sequedad de piel.
  
A parte del tratamiento sintomático y el uso de antihistamínicos cuando se produce una reacción alérgica, lo más importante es evitar en todo momento la exposición al cloro, lo que no es tan complicado como inicialmente cabría pensar:
  
-Agua mineral: beber siempre agua mineral, especialmente cuando se sale de casa. Utilizarla también para la higiene bucal.
-Uso de filtros: en la actualidad se comercializan filtros que son fáciles de acoplar a las duchas y los grifos y retienen el cloro. También hay jarras con filtros de carbono, que permitirían incluso beber el agua corriente.
-Detergentes: hay que evitar los detergentes con cloro, cerciorándose siempre leyendo la etiqueta.
Piscinas: en la actualidad son cada vez más las piscinas que ya no utilizan el cloro para desinfectar el agua, sino que recurren a otros métodos; rayos ultravioletas, ozono o sal.    
   

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