Se pueden describir como molestias consistentes en rigidez muscular acompañada de intenso dolor que, tras el estado de reposo, reduce la capacidad de movimiento de la zona afectada. Normalmente aparecen un día después de realizar el ejercicio físico.
La principal causa es el desarrollo de ejercicio físico por una persona no habituada al deporte o que ha sufrido un período de inactividad prolongado, así como al exceso de intensidad con respecto al entrenamiento habitual. Algunas teorías las relacionan con la formación de microagujas -que generan pequeños desgarros- al agotar la fuente de alimentación del músculo por el exceso de ejercicio y pasar de metabolismo aerobio a anaerobio.
· Evite el sobreentrenamiento.
· Correcta hidratación y nutrición.
· Estire bien tras la actividad física.
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