jueves, 25 de octubre de 2012

CONSIDERACIONES SOBRE LA CAVITACIÓN ESTÉTICA


Para estilizar la figura de una manera que esté bajo los parámetros actuales de belleza existen muchos métodos prácticos, unos más dolorosos que otros tanto en su proceso como en su recuperación.

El más popular de estos métodos de belleza y estilización de la figura por supuesto es la cirugía plástica de carácter estético, dentro de la cual podemos encontrar intervenciones como la abdominoplastia, la liposucción y otras formas de eliminar las concentraciones de grasa del cuerpo, en donde hay que invertir una gran cantidad de dinero y tiempo tanto en el proceso como en la posterior recuperación.

Para evitar estas intervenciones quirúrgicas (en el que el miedo a pasar por quirófano suele ser un gran freno) existe un proceso conocido como cavitación, que es un principio físico que no se ha utilizado hasta hace unos años, en la medicina estética. Es un sistema especializado que se encarga de eliminar de una forma muy eficiente y selectiva los depósitos de grasa encontrados en nuestro cuerpo. Además, ayuda a combatir la celulitis y ayudar a reducir el volumen de grasa presente en zonas estratégicas como las caderas, los flancos, los brazos, la parte interna de los muslos y la zona abdominal.

La principal ventaja de la cavitación es la facilidad en su aplicación y, es un proceso que se puede realizar en la comodidad del hogar, en el tiempo libre y es totalmente indoloro, con resultados muy óptimos. Para esto investigadores e innovadores de la ciencia y la tecnología han desarrollado una máquina especial para realizar la cavitación estética en donde la grasa acumulada se va convirtiendo en líquido para luego ser eliminada por medio de la orina.

La cavitación reduce las células de grasa con ciertas técnicas de manipulación, gracias a una máquina que se coloca en la piel, precisamente en el área que tiene que ser tratada.

La máquina para la cavitación estética, e funciona con ultrasonidos que forman burbujas en los tejidos donde están acumuladas las células adiposas. La burbuja se expande y se comprime de inmediato. Así, la temperatura aumenta debido a la variación repentina de la presión y a la implosión de la burbuja.

En este punto de la cavitación y gracias a dicha implosión se producen daños en las células adiposas y una posterior reducción de la grasa localizada. Es un proceso muy eficiente en el cual se necesitan muy pocas sesiones para encontrar los resultados esperados.

Cuando la cavitación es seguida por un drenaje linfático el proceso es mucho más rápido, ya que el drenaje linfático no es más que la eliminación de líquidos de una forma muy eficaz con la garantía de que se eliminen todos esos contenidos grasos indeseados.

Con la cavitación las células de grasa están expuestas a una presión que rompe sus membranas, desencadenando la destrucción de los depósitos adiposos. La grasa contenida (como los triglicéridos) se convierte en fragmentos de diglicéridos que son expulsados a través del sistema urinario.

Mientras se aplica este procedimiento estético se recomienda mantener una dieta baja en calorías y beber al menos dos litros de agua antes y después del tratamiento. Este es un paso esencial en el proceso de eliminación de grasa por medios naturales.

En general, un tratamiento de cavitación dura alrededor de 35 minutos por sesión, cuando se trata de una sola parte del cuerpo: el abdomen, las nalgas, los brazos o las piernas. Entre una sesión y otra hay que esperar por lo menos unas 72 horas, para que el cuerpo pueda eliminar la grasa acumulada y las células adiposas fragmentadas. Así mismo, para este proceso se sugiere un número de seis a diez sesiones.
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