Los avances tecnológicos en la medicina han hecho posible el uso del ultrasonido de baja frecuencia para la reducción de la grasa localizada.
La baja frecuencia de las ondas ultrasónicas es útil en la lucha contra las acumulaciones de grasa. La lipólisis de los ácidos grasos de los adipocitos (células cargadas de grasa) tiene lugar debido a un fenómeno conocido como cavitación estable. Usted recibe un mayor flujo de triglicéridos. Además, hay una ruptura de las fibras a través de la acción mecánica (“jet stream”). Por último, parte del contenido de los adipocitos se metaboliza por el hígado y se elimina en la orina, por lo que siempre se recomienda beber agua en abundancia, tanto el día del tratamiento y como los días posteriores.
El tratamiento de la cavitacion se realiza en áreas pequeñas y localizadas del cuerpo pero, aunque pueda parecer superficial, no está exento de riesgos.
La mayor parte de la grasa localizada se asocia a alteraciones estructurales de los tejidos celulares subcutáneos localizados en el área del abdomen, los costados, y la entrepierna, zonas que por lo general se caracterizan por tener celulitis.
Los equipos de cavitacion ultrasonica transmiten ondas ultrasónicas en un índice de frecuencia (35-40 kHz) que producen la cavitación del tejido graso debido a la relación existente entre la densidad de los tejidos y la velocidad de transmisión de las ondas ultrasónicas.
Las ondas producidas por el equipo de ultrasonido consisten en un método de compresión-expansión en ciclos de alta velocidad. Esta velocidad está directamente relacionada a la frecuencia de funcionamiento del generador de ultrasonido que causa una innumerable cantidad de micro-cavidades o micro-burbujas que se agrandan paulatinamente.
Esta ampliación progresiva acaba de forma tal que las micro-burbujas colisionan e implosionan, produciendo unas emisiones de ondas de choque que favorecen la emulsificación y la eliminación de los tejidos grasos.
A esta frecuencia el fenómeno de cavitación, nunca aplicado por la medicina estética hasta hace pocos años, destruye las células grasas y emulsifica los tejidos grasos,favoreciendo su eliminación.
La cavitación ultrasónica puede ser considerada como una alternativa de tratamiento a la liposucción quirúrgica, que puede ser más o menos agresiva ya sea si se realiza con o sin láser, y dependiendo de la extensión del área. El ultrasonido puede, de hecho, evitar el quirófano y evitar la anestesia porque el procedimiento es indoloro y se puede hacer en un consultorio médico.