lunes, 18 de octubre de 2010

CONSEJOS PARA PREVENIR LA OSTEOPOROSIS

La descalcificación es un problema muy frecuente que suele aparecer en las mujeres después de la menopausia, pero que comienza a formarse muchos años antes. También conocida como osteoporosis, esta enfermedad se caracteriza por huesos más frágiles que se rompen fácilmente de forma espontánea o luego de un pequeño golpe.
En un inicio, la osteoporosis no presenta síntomas evidentes, pero puede llegar a deteriorar tu calidad de vida en la madurez, es por ello que la prevención es tu mejor arma.
La masa ósea aumenta hasta los 35 ó 4o años y después comienza a perderse, pero ese daño se puede frenar siguiendo los consejos que te presentamos a continuación:
-Mantener un peso adecuado es básico para tus huesos. Tanto el sobrepeso como la delgadez los debilitan.
-Consume mayor cantidad de proteínas de origen vegetal en vez de las de animales.
-Disminuye la cantidad de sal en las comidas, debido a que incrementa la eliminacion de calcio en la orina.
-El tabaco y el alcohol son dos hábitos tóxicos que actúan como los peores enemigos de tus huesos.
-Practica deporte. Si realizas ejercicio, fijarás mejor el calcio y otras vitaminas en tu organismo.
-Toma el sol media hora al día. Aprovecha mientras das un paseo, eso sí, con la adecuada protección solar.
-Bebe mucha agua para hidratar tus cartílagos y articulaciones. Acostúmbrate a llevar siempre una botella de agua en tu bolso.
-Consume una mayor cantida de vitamina D para que el calcio se absorba (salmón, sardinas, atún, yema de huevo, lácteos con este nutriente, etc.).
-Procura que tu dieta sea variada y rica en calcio. Incluye cereales (arroz, avena, semillas de sésamo), verduras (legumbres y de hoja verde), lácteos (leche y sus derivados como queso o yogur), además de frutos secos y pescado azul.
-Acude cada año a tu médico para controlar la salud de tus huesos y ser derivada a un especialista si es necesario.

EL MELOCOTÓN Y SUS PROPIEDADES

Sabemos que todas las frutas tienen propiedades beneficiosas para nuestro organismo, y en el caso del melocotón, por ser rico en carotenos, vitamina C y selenio, es considerado como uno de los mejores frutos antioxidantes.
Los melocotones proceden de árboles que crecen en las regiones cálidas de todo el mundo, pero proceden de China, donde eran muy apreciados por sus propiedades rejuvenecedoras, hasta el punto que eran considerados como el símbolo de la inmortalidad.
La principal virtud de los melocotones es su riqueza en carotenos, entre ellos la xantofila, que es el carotenoide que le da la coloración amarilla a este fruto. Su presencia en el cuerpo garantiza buena salud de la vista y buen estado de la piel, dientes y encías. Su carencia puede manifestarse en sequedad en la piel, acné juvenil o una mayor facilidad para contrater infecciones.
Muchas de las propiedades del melocotón se encuentran en la cáscara, por lo que resulta importante comer este fruto sin pelar, logicamente después de haberlo lavado muy bien.
Igualmente. el zumo de este fruto, por sus propiedades diuréticas y ácidas, resulta ideal para evitar los cálculos renales o de vescícula, o ayudar a su disolución, especialmente si se mezcla con miel. Además, tiene propiedades ligeramente laxantes, por lo que puede ser muy eficaz para prevenir el estreñimiento.

CÓMO INFLUYE EN NUESTRO ORGANISMO EL OTOÑO

Cuando hablamos de la salud, de las defensas y de vitalidad, debemos referirnos a las temperaturas y al tiempo en general. No es casualidad que los cambios de estación se traduzcan no solo en los termómetros, sino también en nuestro estado de ánimo y energía.
En otoño los días se hacen más cortos, las horas de luz disminuyen y se produce un descenso de temperaturas que suelen provocar la aparición de algunas dolencias típicas de este periodo estacional, mayormente gripes y resfriados. Esto se debe a que el organismo intenta aclimatarse con un mayor consumo de energía, lo que provoca el descenso de la capacidad de defensa frente a virus y bacterias.
Además, el cambio de estación influye en el estado anímico, ocasionando en este caso una sensación de tristeza conocida como el síndrome afectivo estacional o depresión otoñal. La reducción de horas de luz y el frío originan este trastorno que afecta a mujeres, sobre todo entre 25 y 45 años. Los síntomas más frecuentes son apatía, sensación de tristeza, etc.
Dependiendo de la luz solar existente, el cerebro envía órdenes de ciertas hormonas, principalmente la melatonina, encargada de regular el sueño, la temperatura corporal y la sensación de hambre.
La producción de melatonina crece con la reducción de las horas de luz y este incremento provoca la reducción de la hormona de la felicidad: la serotonina. Si a esto le agregamos la ansiedad generada por la tristeza, facilita que nos asalte la tentación de recurrir a la comida como refugio y consecuentemente ganemos peso, lo que no beneficia en nada a nuestras defensas.
Los mejores hábitos que debes observar durante el otoño son:
- Exponerte unos minutos al sol. Mínimo unos 10 minutos, mejor si es por la mañana, a las primeras horas. Así conservaras tus huesos sanos y conseguirás mantenerte optimista durante todo el día.
- Disfruta del paisaje otoñal y sal a pasear o apúntate al gimnasio. Lo importante es realizar ejercicio tanto para estar en forma como para reforzar el sistema circulatorio e inmunitario.
Aprovecha las horas en casa para escuchar música, escribir, pintar y también descansar
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