Si crees que la única consecuencia de dormir poco es tener sueño a medio día pero que puedes solucionarlo con una taza de café, vas a tener que pensarlo dos veces. El dormir menos de las horas recomendadas (ocho horas como ideal, siete como mínimo) trae como consecuencia que estés más susceptible a enfermarte de gripe y resfriados (para comenzar) y lo peor, que comiences a engordar. Si has estado subiendo de peso y no sabes por qué, puede que esta sea tu respuesta.
Dormir menos de siete horas cada noche te pone en riesgo de sufrir gripes y resfrío, de acuerdo a un estudio sueco. Los científicos estudiaron la función inmune de 36 personas que habían tenido una buena noche de sueño (7 a 9 horas) o una mala noche de sueño (menos de 7). Las pruebas de sangre mostraron que la gente que no dormía lo suficiente tenían un alto funcionamiento de linfocitos T, lo que indica que el cuerpo se está preparando para combatir enfermedades. Tenían además un bajo funcionamiento de las células defensivas, que son una primera barrera contra los patógenos.
Un estudio publicado en Obesity descubrió que la gente que se iba a la cama más allá de las tres de la mañana y dormía períodos de tiempo más cortos tenía pésimas costumbres alimenticias. Aquellos que se acuestan tarde se alimentan también más tarde en el día y consumen 248 calorías extras al día, en comparación con los “durmientes normales” que se fueron a la cama antes de las 12:30 am y se levantaron a las 8:00 am.
Un tiempo apropiado de sueño nocturno te ayuda a mejorar tu capacidad de memoria y a recordar mejor, según el Journal of Cognitive Neuroscience. Los investigadores analizaron a un grupo de personas que estudiaron un grupo de imágenes tanto antes de irse a la cama como en la mañana luego de estar despiertos un día entero. La gente que durmió luego de estudiar las imágenes las recordó mejor en la mañana, en comparación con aquellos que las estudiaron durante el día.
Y eso no es todo. Dormir bien también puede ser la clave para tener buen sexo.