En los años en los que los hijos pasan por la etapa adolescente, se hace bastante difícil la comunicación con ellos, y por lo tanto las relaciones familiares se ven afectadas. Existen determinados modelos educacionales que hacen que estas relaciones sean más fáciles, y otros que hacen que los conflictos aumenten o se hagan más intensos.
Los estilos educativos autoritarios, en lo que los padres toman las decisiones de manera unidireccional, es decir, sin contar con la opinión de sus hijos, no favorecerán a la autonomía del adolescente, además de generar un sin fin de conflictos, ya que los chicos se opondrán con mayor fuerza a decisiones para las que no han sido consultados en absoluto. Además debemos tener en cuenta, que no nos interesa que los chicos no hagan las cosas por miedo o temor a sus padres, sino que lo positivo sería que ellos comprendieran por qué no deben hacer determinadas cosas, lo que favorece su autonomía y el desarrollo de un criterio responsable.
Aquellos padre con un estilo educativo de superprotección, tampoco favorecen a la autonomía de los chicos, ya que siempre toman las decisiones por ellos, e inculcan el miedo.
Los padres muy permisivos, no establecen límites, por lo que el adolescente crecerá con una gran falta de referentes o modelos, y por lo tanto falta de criterio responsable.
El estilo educativo que más favorece a la educación y autonomía de los chicos, es el modelo que se ha denominado democrático. Este estilo educativo se basa en la transmisión de grandes dosis de afecto, pero también la firmeza necesaria para mantener los principios de las normas establecidas, que se debe procurar que surjan del consenso, la reflexión y el razonamiento.
Debido a que las normas se han establecido a través de un consenso entre todos, se espera que estas sean cumplidas y respetadas, pero esto no es posible si el adolescente no se ve implicado en los procesos de toma de decisiones de la familia, una implicación que debe de ir en aumento a medida que el adolescente va creciendo y demostrando que toma decisiones responsables.
Los estilos educativos autoritarios, en lo que los padres toman las decisiones de manera unidireccional, es decir, sin contar con la opinión de sus hijos, no favorecerán a la autonomía del adolescente, además de generar un sin fin de conflictos, ya que los chicos se opondrán con mayor fuerza a decisiones para las que no han sido consultados en absoluto. Además debemos tener en cuenta, que no nos interesa que los chicos no hagan las cosas por miedo o temor a sus padres, sino que lo positivo sería que ellos comprendieran por qué no deben hacer determinadas cosas, lo que favorece su autonomía y el desarrollo de un criterio responsable.
Aquellos padre con un estilo educativo de superprotección, tampoco favorecen a la autonomía de los chicos, ya que siempre toman las decisiones por ellos, e inculcan el miedo.
Los padres muy permisivos, no establecen límites, por lo que el adolescente crecerá con una gran falta de referentes o modelos, y por lo tanto falta de criterio responsable.
El estilo educativo que más favorece a la educación y autonomía de los chicos, es el modelo que se ha denominado democrático. Este estilo educativo se basa en la transmisión de grandes dosis de afecto, pero también la firmeza necesaria para mantener los principios de las normas establecidas, que se debe procurar que surjan del consenso, la reflexión y el razonamiento.
Debido a que las normas se han establecido a través de un consenso entre todos, se espera que estas sean cumplidas y respetadas, pero esto no es posible si el adolescente no se ve implicado en los procesos de toma de decisiones de la familia, una implicación que debe de ir en aumento a medida que el adolescente va creciendo y demostrando que toma decisiones responsables.
