"Señor Ruiz Gallardón; ministro de Justicia.
La ministra Aído tuvo mi opinión. Usted no me la ha pedido. No obstante, ante la inminencia de su ley sobre el aborto provocado y como experto en salud sexual y reproductiva y en particualr en aborto provocado me creo en la obligación de dársela. También los más de 30 años de experiencia nacional e internacional que me han llevado a ser presidente de Societat Catalana de Contracepció de l'Acadèmia de Ciències Mèdiques de Catalunya i Balears, presidente de l'Associació de Clíniques Acreditades para la Interrupción del embarazo (ACAI) y de la junta directiva de l'Associació de Planificació Familiar de Catalunya i Balears. Sociedades que como la señora Aído han confiado en esa experiencia acumulada sin desdeñar la experiencia de miles de interrupciones del embarazo estudiadas y publicadas por centros que he dirigido.
La experiencia internacional demuestra que prohibir o restringir el aborto loe sconde pero no lo evita, generando además aborto clandestino con incremento de muerte materna. En Argentina se producen 500 muertes por cada 100.000 abortos (Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Buenos Aires).
Derogará una ley que da un derecho y promulgará otra que lo quita.
Derogará accesibilidad y promulgará dilaciones y complejidad.
Derogará equidad y promulgará diferencias sociales y económicas.
Derogará aborto seguro y promulgará aborto inseguro.
Una ley llevada con secretismo, pero que parece apuntar a algunos objetivos:
1.Restringir el aborto de fetos con alteraciones. Sepa que no lo conseguirá, todos los casos que he conocido que por diferentes razones no han podido abortar en España se han marchado al extranjero. En nuestra sociedad una mujer que decide tener un hijo tiene una economía que le permite viajar a otro país llegado el caso.
La mujer evaluando su situación es quien puede decidir. Es monstruoso pensar que podemos abortar en función de un tipo de malformación u otro, las mujeres abortan por necesidad, porque saben que no pueden enfrentarse a esa maternidad.
2.Que para poder abortar embarazos no deseados (END) se necesitarán más requisitos de los que eran necesarios con la ley del 85. Sepa que de alguna manera se conseguirán cumplir y si no estas mujeres pasarán a engrosar las cifras de los peligrosos abortos clandestinos que tantas mujeres matan o las que tengan dinero, irán a buscar la seguridad de su salud a países, en Europa, que defienden los derechos humanos de los ya nacidos, en este caso las mujeres, muy accesibles con un vuelo low cost.
3.Impedir a las mujeres de 16 y 17 años, que son libres, por ley, de tener relaciones sexuales, que lo sean, para dar una solución a un conflicto, como es un END a estas edades. Es un colectivo pequeño y la mayoría acude con sus padres, pero hay casos, como demostró un estudio de ACAI, en los que por diferentes razones no cuentan con ese apoyo, mujeres que por su edad no tienen recursos económicos, conocimientos sociales ni experiencia y que estarán abocadas a la peligrosa clandestinidad o a la maternidad obligada, con todo lo que representa, tanto si se ejerce, como si se recurre a la adopción.
Señor ministro, va a ser, contrariamente a lo que se espera de su ministerio, injusto, porque quitará equidad. Las mujeres con recurso continuarán abortando y las que no se jugarán la salud o la vida, serán madres sin desearlo o "ayudadas" por personas que se quedarán con su hijo. Además, gracias a la comunicación global sabremos enseguida cuantas mujeres viajan para abortar poniendo de relieve la inutilidad de su ley.
Le saluda."