Enfocar la atención en la respiración propia constituye un modo de apaciguar la mente y de relajarse.
En general, a lo largo del día estamos dando por hecho que respiramos, aunque ni siquiera somos conscientes de ello. Sabemos que los diferentes modos de respiración se corresponden con un determinado estado de ánimo. De igual forma, cambiar la respiración puede cambiar el humor y la atención.
Hacerse más consciente del vínculo que existe entre la respiracón y el estado anímico particular puede contribuir en gran medida a mantener el control de nuestros sentimientos y experiencias.
Observar y controlar la respiración constituye un instrumento de gran importancia para controlar tanto el estrés como las emociones.
Cuando se mantiene una respiración relajada, la tensión, el dolor, la ansiedad o la ira provocada por el enfado, no encuentran una base sólida donde asentarse.
El control de la respiración puede lograrse mediante varias técnicas, entre ellas se encuenra la respiración abdominal, también llamada diafragmática o del vientre.
Durante la edad adulta sustituimos esta respiracón por otra más superficial y rápida que se localiza en el pecho y que está asociada a los problemas de tensión y ansiedad. También la usamos para mantener el abdomen plano.
Para recuperar los beneficios de la respiración abdominal túmbate y stiúate las manos suavemente a la altura del ombligo. Con cada inspiración se consciente de cómo tu abdomen se hincha y nota la elevación a través de tus manos. De igual modo, fíjate en cómo descienden tus manos con cada espiración.
En general, a lo largo del día estamos dando por hecho que respiramos, aunque ni siquiera somos conscientes de ello. Sabemos que los diferentes modos de respiración se corresponden con un determinado estado de ánimo. De igual forma, cambiar la respiración puede cambiar el humor y la atención.
Hacerse más consciente del vínculo que existe entre la respiracón y el estado anímico particular puede contribuir en gran medida a mantener el control de nuestros sentimientos y experiencias.
Observar y controlar la respiración constituye un instrumento de gran importancia para controlar tanto el estrés como las emociones.
Cuando se mantiene una respiración relajada, la tensión, el dolor, la ansiedad o la ira provocada por el enfado, no encuentran una base sólida donde asentarse.
El control de la respiración puede lograrse mediante varias técnicas, entre ellas se encuenra la respiración abdominal, también llamada diafragmática o del vientre.
Durante la edad adulta sustituimos esta respiracón por otra más superficial y rápida que se localiza en el pecho y que está asociada a los problemas de tensión y ansiedad. También la usamos para mantener el abdomen plano.
Para recuperar los beneficios de la respiración abdominal túmbate y stiúate las manos suavemente a la altura del ombligo. Con cada inspiración se consciente de cómo tu abdomen se hincha y nota la elevación a través de tus manos. De igual modo, fíjate en cómo descienden tus manos con cada espiración.