¿Discutís demasiado? ¿Parece que ya no os entendéis? ¿Has dejado de ser feliz en pareja? Puede que no sea sólo culpa suya sino una cuestión de dejadez, falta de ganas y de entendimiento mutuo. Si ambos os lo proponéis, la situación puede cambiar. Aquí tienes los 10 consejos de Sergio llul, motivador y estratega de vida, para recuperar la felicidad en vuestra relación.
1. Conoce los valores y las reglas de la persona con quien compartes tu vida. Las personas pueden amarse, pero si por las razones que sea rompen las reglas de quien más les importa, se va a producir estrés y surgirán discusiones.
2. Considera la relación como un lugar para dar y no para recibir. La mayoría de las personas establecen una relación para obtener algo; tratan de encontrar a alguien que vaya a hacerles sentirse bien.
3. Identifica en qué fase está tu relación y actúa. Las cuatro fases tóxicas capaces de destruir una relación son:
- Fase 1: Resistencia. Con respecto a algo que tu pareja a dicho o a hecho.
- Fase 2: Resentimiento. Enfado y separación emocional con la pareja.
- Fase 3: Rechazo. Ataque verbal y separación física.
- Fase 4: Represión. Paralización emocional. Se convierten en simple compañeros de habitación.
4. Convierte tu relación en una de las prioridades en tu vida. No dejes que ocupe un papel secundario respecto a todas las demás cosas que son “más urgentes” y que te hayan ocurrido durante el día. Si haces esto, gradualmente el nivel de intensidad y pasión emocional irá alejándose.
5. Enfoca cada día tu atención en hacerlo mejor y no en lo que podría suceder si la relación terminara. Si quieres hacer durar tu vida de pareja, no amenaces nunca la propia relación.
6. Vuelve a asociarte cada día a aquello que amas de esa persona. Refuerza tus sentimientos de conexión y renueva los de intimidad y atracción haciéndote la siguiente pregunta: ¿cómo he podido tener la suerte de encontrarte en mi vida?
7. No esperes que la otra persona sea la solución. Cuando algo nos duele, queremos que la otra persona cambie para no sentir dolor. Pero la solución no es que la otra persona cambie.
8. Mejora la relación contigo mismo. ¿Te llevas bien contigo mismo? ¿Te ves como alguien valioso y único? Las personas que asumen la responsabilidad de su persona y se dan a sí mismas, están en mejores condiciones de encarar los conflictos de relaciones, porque pueden verse con objetividad.
9. Considera que “no-elegir” ya es una elección. Muchos piensan que si se dejan las cosas como están, si postergamos una elección o un cambio, seremos capaces de superar una situación difícil. Pero cuando no hacemos algo forzamos a que el cambio se produzca sin nuestra intervención.
10. Asume la responsabilidad de tus miedos. Puedes elegir cómo reaccionar cuando alguien pulsa tus “botones del miedo”. Nadie controla tu forma de reaccionar, solo tú puedes hacerlo.
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