Celulitis, esa enemiga incombustible que levanta más de un suspiro y trae un sinfín de quebraderos de cabeza, es un mal común. Está presente en más del 90 por ciento de las mujeres (y en un buen porcentaje de hombres), y es una acumulación de grasas y líquidos en la capa interna de la piel (hipodermis). Por tanto, la alimentación y el estilo de vida pueden influir bastante en su aparición o desaparición.
¿Cuáles son tus alimentos aliados?
-Antioxidantes: Tienen la capacidad de protegernos frente a los radicales libres (oxidantes) y ofrecer así una mejor salud de las paredes vasculares (arterias y venas). Por otro lado, algunos de estos antioxidantes, como por ejemplo los polifenoles del té, tienen unos efectos vasoconstrictores que ayudan a mejorar la circulación. Aguacates, bayas (moras, fresas, frambuesas, arándanos), coles en general, zanahorias, cítricos, manzana, uvas, cerezas, cebollas, espinacas y los tomates.
-Potasio: Favorece el correcto equilibro de líquidos eliminando la retención de líquidos. Es un mineral que se encuentra en frutas y verduras. Albaricoques, melocotón, ciruelas, plátano (aconsejable los desecados), germen de trigo (para echar en yogur o cremas de verduras), legumbres (sobre todo la soja y sus derivados), perejil, apio, pimientos y puerros.
-Ácidos grasos insaturados: Su capacidad anticoagulante los hace ideales para mejorar la circulación en la celulitis y prevenir trombos o coágulos. Los más aconsejables son los que contienen Omega 3. Pescados azules (cuanto más pequeños de tamaño más aconsejables por su menor contaminación en mercurio): sardina, caballa, arenque, boquerón; nueces, semillas de chía y de calabaza. Otras grasas insaturadas serían el aguacate y el aceite de oliva virgen extra.
¿Qué hay que evitar?
-El alcohol y el tabaco ya que aportan toxinas al organismo y ante un problema de microcirculación como es el que da pie a la celulitis, es importante evitarlas. Además, el alcohol es un vasodilatador, esto significa que dilata los vasos sanguíneos, empeorando la circulación”, explica la experta.
-El sedentarismo tampoco ayuda, ya que hace que disminuya la masa muscular y que aumente la masa grasa, además de favorecer la flacidez de tendones y músculos. Estar demasiadas horas sentado empeora la circulación… ¡en pie!
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