La tendinitis es la lesión de un tendón (la unión del músculo con el hueso), que se caracteriza por la inflamación, irritación o hinchazón del mismo. Los tendones que sufren este tipo de afección con mayor frecuencia son los de el codo, el talón, el hombro y la muñeca.
Las causas de la tendinitis pueden ser diversas:
-Una lesión sobrevenida por la práctica deportiva.
-Una sobrecarga.
-La edad, con pérdida de elasticidad.
-Enfermedades como la diabetes o la artritis reumatoide.
-Degeneración del tendón.
-El síntoma fundamental de la tendinitis es el dolor en todo el tendón o en la proximidad de la articulación en la que se inserta y que se hace más aguda al realizar determinados movimientos o esfuerzos. En ocasiones la piel que lo cubre puede enrojecerse e irradiar calor.
El tratamiento de la tendinitis requiere el uso de antiinflamatorios con el objetivo de reducir la inflamación y el dolor que causa. No obstante, también es necesaria la fisioterapia con el objetivo de estirar y fortalecer tanto el músculo como el tendón para que vuelva a funcionar con normalidad, además de prevenir nuevas lesiones.
Además de todo ello hay otras medidas que pueden facilitar la recuperación de una tendinitis, como son la aplicación de frío o calor en la zona afectada, el reposo o su inmovilización mediante una férula o dispositivo ortopédico removible. El objetivo del tratamiento es aliviar el dolor y reducir la inflamación.
La tendinitis debe tratarse lo antes posible, ya que de prolongarse en el tiempo la inflación del tendón existe el riesgo de que se rompa. Raramente es necesario recurrir a la cirugía para eliminar el tejido inflamado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario