Muchas personas son propensas a sentirse irritables o de mal humor. Esto puede deberse a distintas causas, desde causas genéticas y biológicas a hábitos de vida no convenientes o
no satisfactorios, por decirlo de alguna manera. Sin embargo, existen
algunas prácticas sencillas que podemos, valga la redundancia, practicar
para evitar sentirnos de mal humor.
Hablaremos acerca de algunas de ellas y, sobre todo, queremos compartir con ustedes ¿Qué es lo que hacen para controlar el mal humor? ¿Cómo evitar el mal humor?
Hablaremos acerca de algunas de ellas y, sobre todo, queremos compartir con ustedes ¿Qué es lo que hacen para controlar el mal humor? ¿Cómo evitar el mal humor?
1.Técnicas de relajación: No es novedad. Existen muchas técnicas de relajación, desde técnicas de respiración, yoga, pilates a meditación trascendental, las cuales ayudan a las personas a aliviar tensiones y relajarse.
Están comprobados los efectos que tienen estas técnicas en relación a la disminución del estrés y la ansiedad, mejora del sueño, estabilidad del estado de ánimo, etc.
Procura encontrar la que va contigo y practícala con frecuencia hasta lograr los resultados que buscas. Trata de ser constante aunque te cueste al principio, incorporar la técnica como parte de tu rutina.
2.Piensa y después habla: En los momentos en los que sabemos que estamos de mal humor, una buena idea es tratar de pensar antes de hablar lo que decimos. Todo lo que hacemos parte de nuestra percepción. Si sabemos que nuestra percepción está afectada por el mal humor, nos conviene pensar lo que decimos y cuáles son sus repercusiones. No puedes permitirte tener un problema con tu jefe en el trabajo por un día de mal humor.
Están comprobados los efectos que tienen estas técnicas en relación a la disminución del estrés y la ansiedad, mejora del sueño, estabilidad del estado de ánimo, etc.
Procura encontrar la que va contigo y practícala con frecuencia hasta lograr los resultados que buscas. Trata de ser constante aunque te cueste al principio, incorporar la técnica como parte de tu rutina.
2.Piensa y después habla: En los momentos en los que sabemos que estamos de mal humor, una buena idea es tratar de pensar antes de hablar lo que decimos. Todo lo que hacemos parte de nuestra percepción. Si sabemos que nuestra percepción está afectada por el mal humor, nos conviene pensar lo que decimos y cuáles son sus repercusiones. No puedes permitirte tener un problema con tu jefe en el trabajo por un día de mal humor.
3.Distráete: Las distracciones son fundamentales para restarle importancia al mal humor y a la irritabilidad.No le des más trascendencia de lo que tiene y trata de olvidarte de que te sientes así.
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