Así como cualquier otra parte del cuerpo, los ojos necesitan nutrientes específicos para funcionar correctamente. Una dieta equilibrada en conjunto con una serie de técnicas útiles para mejorar la vista puede ser de gran ayuda.
Para agudizar la visión, es bueno incorporar antioxidantes como el beta caroteno, luteína y zeaxantina que ayudan a proteger la mácula (una parte de la retina) del daño que produce la exposición al sol. Al proteger esa zona, los nutrientes también actúan contra el envejecimiento macular, una de las principales causas de ceguera. Algunos de los alimentos que contienen antioxidantes son los frutos rojos, los vegetales de hojas verdes, la yema de huevo, los pimientos amarillos, las zanahorias y las calabazas.
Otro de los nutrientes que fortalece las estructuras internas de los ojos es el ácido docosahexaenoico un ácido graso que se encuentra en pescados de agua fría como el salmón salvaje, el arenque y el bacalao. La ingesta de suplementos dietarios como el aceite de bacalao fortalecerá las membranas celulares que proveen soporte estructural a los ojos.
Finalmente, el agua no sólo contribuye a la limpieza del organismo entero sino que además previene la deshidratación y así protege los ojos de la resequedad.
La inclusión de estos nutrientes en la dieta y la práctica cotidiana de ejercicios que ayuden a que la vista abandone posiciones fijas prolongadas, como por ejemplo masajes suaves sobre los párpados y las sienes, influyen en el correcto funcionamiento de la visión. Además, no hay que olvidar que el cuerpo necesita de 7 u 8 horas de sueño por noche, no sólo para el reposo de la vista sino para la recuperación de todo el organismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario