Si consideras que tienes algunos quiilos de más y quieres deshacerte de ellos, debes gastar más calorías de las que ingieres. Caminando todos los días lo conseguirás. Esta práctica es más relajante y divertida de lo que piensas; no lo tomes como un sacrificio porque si lo haces así, no conseguirás realizarlo con agrado.
Lo maravilloso de caminar es que es una actividad suave en general, algo muy importante si llevas una vida sedentaria y apenas te mueves. Si tienes problemas de sobrepeso o ciertas dificultades para caminar, basta con empezar con cinco minutos diarios e ir aumentando gradualmente el tiempo y la intensidad, para ir comprobando que tu cuerpo responde a la perfección. Cada semana intenta acelerar el ritmo o alargar el recorrido, pero sin llegar a cansarte demasiado.
Un requisito importante es ser constante y no hacerlo un día y olvidarse hasta dentro de una semana o un mes después, y utilizar un calzado adecuado para evitar lesiones, como ampollas, dolores musculares, esguinces, tendinitis, etc.
La caminata se debe realizar a buen ritmo y sin interrupciones, con zancadas largas, camina bien erguida, con la barbilla alta y balanceando los brazos en sentido contrario a cada pierna. Puedes empezar haciendo caminatas de cinco minutos, luego 10, hasta llegar 20 ó 30 minutos diarios, de tres a cinco veces por semana; con ello será suficiente, aunque siempre lo ideal es hacer esta rutina todos los dias de la semana.
Al término de cuatro semanas de andar diariamente, las caderas se suavizan, la cintura se afina, tus piernas, vientre y glúteos están más fuertes, y la ropa te quedará más suelta. Debes tener precaución y consultar a tu médico, si tienes algún problema del corazón, respiratorio o sobrepeso excesivo. El te aconsejará cuál es el mejor ritmo y frecuencia para caminar.
Realizar este ejercicio no solo sirve para adelgazar, sino que andar también es bueno para:
-Reducir el riesgo de cualquier afección cardíaca y arterial.
-Combatir la diabetes, ayudando al organismo a utilizar correctamente la insulina que genera.
-Reducir el dolor y el agarrotamiento derivado de la artritis.
-Mantener fuertes los huesos, ayuda a prevenir la osteoporosis.
-Aliviar las molestias premenstruales y las asociadas a la menopausia.
-Mejorar el sueño.
-Mejorar las funciones mentales.
-Combatir la angustia, depresión y ansiedad.
-Atenuar los efectos negativos del estrés.
Lo maravilloso de caminar es que es una actividad suave en general, algo muy importante si llevas una vida sedentaria y apenas te mueves. Si tienes problemas de sobrepeso o ciertas dificultades para caminar, basta con empezar con cinco minutos diarios e ir aumentando gradualmente el tiempo y la intensidad, para ir comprobando que tu cuerpo responde a la perfección. Cada semana intenta acelerar el ritmo o alargar el recorrido, pero sin llegar a cansarte demasiado.
Un requisito importante es ser constante y no hacerlo un día y olvidarse hasta dentro de una semana o un mes después, y utilizar un calzado adecuado para evitar lesiones, como ampollas, dolores musculares, esguinces, tendinitis, etc.
La caminata se debe realizar a buen ritmo y sin interrupciones, con zancadas largas, camina bien erguida, con la barbilla alta y balanceando los brazos en sentido contrario a cada pierna. Puedes empezar haciendo caminatas de cinco minutos, luego 10, hasta llegar 20 ó 30 minutos diarios, de tres a cinco veces por semana; con ello será suficiente, aunque siempre lo ideal es hacer esta rutina todos los dias de la semana.
Al término de cuatro semanas de andar diariamente, las caderas se suavizan, la cintura se afina, tus piernas, vientre y glúteos están más fuertes, y la ropa te quedará más suelta. Debes tener precaución y consultar a tu médico, si tienes algún problema del corazón, respiratorio o sobrepeso excesivo. El te aconsejará cuál es el mejor ritmo y frecuencia para caminar.
Realizar este ejercicio no solo sirve para adelgazar, sino que andar también es bueno para:
-Reducir el riesgo de cualquier afección cardíaca y arterial.
-Combatir la diabetes, ayudando al organismo a utilizar correctamente la insulina que genera.
-Reducir el dolor y el agarrotamiento derivado de la artritis.
-Mantener fuertes los huesos, ayuda a prevenir la osteoporosis.
-Aliviar las molestias premenstruales y las asociadas a la menopausia.
-Mejorar el sueño.
-Mejorar las funciones mentales.
-Combatir la angustia, depresión y ansiedad.
-Atenuar los efectos negativos del estrés.
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