La onda de choque es una forma de emisión pulsada de potencia y ya es utilizada en otras técnicas terapéuticas, como por ejemplo en equipos de ultrasonido para romper cálculos renales (litiasis), con potencias de hasta 2000 W sin dañar el tejido circundante.
La cavitación es un fenómeno poco conocido que se caracteriza por el aumento de la presión y la temperatura de las burbujas o cavidades con gas y líquido debido a resonancia, con alteración de la tensión superficial.
La cavitación es el fenómeno más importante producido por la aplicación de ondas ultrasónicas en líquidos, pero para producirla se debe tener una potencia determinada (por ejemplo 30 W) y forma de onda pulsada.
Las ondas ultrasónicas aplicadas (3 Mhz) viajan en el agua a una velocidad de 1500 metros por segundo y en el tejido graso a 1380 metros por segundo, esto produce que los adipositos imploten y estallen y/o se rompa la fibrosis sin producir daños a los tejidos circundantes.
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