LA CAVITACIÓN COMO REDUCTOR CELULÍTICO

La cavitación ha sido llamada también como "liposucción sin liposucción”. De hecho, la cavitación, a diferencia de la liposucción, no proporciona las cánulas de aspiración, la anestesia y otros procedimientos quirúrgicos. Utiliza una máquina que sólo toca la piel. El ultrasonido que se emite puede obtener la disolución y eliminación de la grasa no deseada que se encuentran en las células grasas.

Es un tratamiento no invasivo pero eficaz para la pérdida de peso y la eliminación de la celulitis.

La búsqueda constante de tecnologías avanzadas destinadas a la reducción de grasa localizada y la celulitis ha llevado hoy a la luz de la cavitación pero… ¿Qué es, exactamente? La cavitación no es sólo un impulso de ultrasonido de baja frecuencia que conduce al desarrollo físico de microburbujas. La cavitación se ha afianzado en el sector de la belleza en los últimos años, a partir de anteriores experimentos en cirugía y medicina estética de los últimos 10 años. Se descubrió que, a través del uso de estos equipos de ultrasonido a baja frecuencia, se podrían obtener buenos resultados en términos de reducción y eliminación de la grasa localizada y la celulitis.

Tanto médicos, ingenieros como biólogos han llevado a cabo un análisis continuo y pruebas para tratar de lograr los efectos más cercanos a la cirugía tradicional invasiva como la liposucción. La cavitación, por lo tanto, implica el uso de un dispositivo equipado con una pieza de mano que se coloca sobre la piel, dirigido a los depósitos de grasa, de modo que las células grasas, se disuelven con la ayuda de las técnicas de manejo especial. En más o menos un corto tiempo la cavitación puede lograr resultados asombrosos, como la reducción o eliminación total de la celulitis y la grasa en áreas específicas.

Pero el estudio de la cavitación hoy en día sigue evolucionando constantemente en busca de resultados confiables y sobre todo, seguridad. Es importante, por lo tanto, recurrir a una empresa seria, que tenga un personal técnico y una preparación competente.

LOS BENEFICIOS DEL TÉ ROJO

Si bien el té es una bebida de origen milenario, desde no hace mucho sus propiedades antioxidantes están llamando cada vez más la atención de aquellos que se preocupan por llevar una vida sana y una régimen alimenticio correcto.

Sin duda el té negro es el más conocido de todos pero además de este existen muchas otras variedades, el té verde se ha convertido recientemente un boom alrededor del mundo, el earl grey tea encanta por su sabor y aroma especiado -personalmente es mi preferido- y el rojo, conocido como el té de los emperadores, ayuda a controlar los niveles de colesterol.

A pesar de ser el menos conocido entre todos los tipos de té, el té rojo tiene grandes propiedades que benefician tanto a nuestro cuerpo como a nuestra mente, entre las más importantes destacan:

-Su capacidad para controlar el mal humor, ayudando en el tratamiento contra la depresión.

-Es desintoxicante y ayuda al correcto funcionamiento del hígado.

-Facilita la reducción de peso.

-Ayuda a la digestión de alimentos altos en grasas.

-Refuerza el sistema inmunológico previniendo infecciones.

-Reduce los niveles de colesterol en la sangre.

Según estudios realizados, el té rojo ayudó a pacientes a reducir hasta 10 kilos de peso en cuatro semana tomándo entre 3 y 4 tazas de té y sin necesidad de una dieta especial. Lo que sí es importante es beberlo con endulzantes naturales como miel o panela, pues de lo contrario la glucosa de el azúcar blanca se convierte en grasa y no ayuda a perder peso.

QUÉ SON LA ANOREXIA Y LA BULIMIA

En la actualidad existen diferentes tipos de trastornos alimenticios debido a la falta de tiempo para comer o a la desinformación en cuanto a nutrición. La anorexia y la bulimia son dos de ellos que afectan a millones de jóvenes hoy en día, cosa que podemos evitar sabiendo qué son y cómo aparecen.
-La anorexia: es un trastorno psicológico de la conducta alimentaria que se da debido a que la persona sigue viéndose gorda a pesar de que está totalmente delgada, e incluso se le llegan a notar los huesos. Además de esto, piensan que las personas que les dicen que están muy flacas son malas o les mienten, porque su trastorno hace que vean y sientan cosas muy lejos de la realidad.
Generalmente, este trastorno comienza en la adolescencia y es un 95% de casos en los que se presenta en las mujeres. No existen causas definidas para su aparición, pero se sabe que mucho tiene que ver el entorno social en las decisiones de las enfermas para dejar de comer y de beber cualquier tipo de líquido por miedo a engordar.
-La bulimia: se da a partir de un sentimiento de culpa que viene tras la ingesta de una gran cantidad de alimentos. La persona se siente culpable por haber comido tanto y se induce el vómito como una manera de eliminar lo comido, pero muchas veces las personas que practican esto no saben que inducirse el vómito por varios días seguidos puede hacer que el esófago se acostumbre a ello y el cuerpo también, cosa que repercute en el proceso de asimilación de las comidas.
El bulímico siempre va a verse gordo a pesar de que esté en un peso normal, pero no puede reprimir sus ansias de comer. Por esta razón es que es capaz de ingerir miles de calorías que luego vomitará por sentirse culpable. Incluso recurren a laxantes o diuréticos que, a la larga, pueden traer consecuencias muy graves de la mano con las que llegan con la enfermedad.
Es necesario siempre estar pendientes de las adolescentes, quienes son las más propensas a caer en la anorexia y la bulimia, mucho más a partir de los 12 o 13 años, cuando se dejan influenciar mucho por los medios y las amistades. Conversar siempre con ellas y hacerles saber que son muy valiosas por cómo son y no por cómo desearían ser, es fundamental en su correcto desarrollo.
Las evidencias más claras de estas enfermedades en nuestras hijas o amigas son que no comen a sus horas, evitan las salidas a restaurantes, se esconden en el baño justo después de comer en grandes cantidades, estań siempre cansadas y pasan mucho tiempo preocupadas por su imagen personal.

EJERCICIOS PARA TENER UNOS HUESOS SALUDABLES

Mantener nuestro sistema óseo sano es un “trabajo” que debe empezar desde la juventud. Después de que la masa ósea alcanza el máximo (a los 30 años aproximadamente), se pierde un porcentaje mínimo (1 a 2%) cada año, y esto se incrementa con la llegada de la menopausia, lo que ocasiona sensibilidad ante las fracturas como consecuencia de la osteoporosis.
Para que tus huesos estén siempre “jóvenes”, nada mejor que seguir una dieta sana y ejercitarnos de forma suave y eficaz. Caminar, bailar, subir escaleras, esquiar o cualquier actividad en la que el sistema óseo deba soportar nuestro peso, acelera el trabajo de las células que se encargan de construir los huesos.

-Caminar: Se ha demostrado que con solo media hora de caminata diaria se estimula el crecimiento óseo. Eso sí evita movimientos bruscos de fuerte impacto (correr o saltar), si ya tienes osteoporosis y no quieres correr el riesgo de sufrir una fractura.
-Abdomen plano: Si los músculos del abdomen están tonificados, actúan como un soporte que evita lesiones, protegen la columna y refuerzan los puntos débiles, como discos vertebrales comprimidos o desgastados, que pueden ocasionar dolor y disminuir la movilidad. Por otro lado, si el centro de nuestro cuerpo es sólido, contribuirá a evitar tropezones y caídas que pueden tener consecuencias desagradables.
-Tai Chi: Practicar habitualmente los delicados movimientos de este ejercicio provoca que los huesos se tornen más densos. Desde el primer día que te apuntes a Tai Chi empezará a retrasarse la pérdida ósea.

-Fortalecer los músculos: Las posibilidades de sufrir una caída se reducen cuando más fuerte somos. Levantar pesas dos veces a la semana aporta energía extra a los músculos, y si este entrenamiento forma parte de tu rutina habitual, disminuye el dolor articular. El beneficio extra es que con este movimiento tu metabolismo aumenta, lo que significa que vas a seguir quemando calorías, incluso en los periodos en los que no realices actividad física.
-Ejercitar los cuadriceps: Llegada cierta edad, para sufrir menos daño en el cartílago, es esencial tener muslos fuertes, lo cual también contribuye a mitigar el dolor de rodilla. Investigaciones han demostrado que los cuadriceps tonificados reducen el movimiento lateral de la rótula (lo que acelera el desgaste cartilaginoso). También debes fortalecer los tendones de la parte posterior de los muslos para que no exista desequilibrio.